viernes, 1 de diciembre de 2006

LA TEATRALIDAD FUERA DEL TEATRO

O en nuestro caso, la teatralidad en Ingeniero White. Primer encuentro en septiembre. Atendemos a la consigna “encontrar la teatralidad fuera del teatro”. Ejemplos varios de escenas que se reiteran en la familia, en el trabajo, en el grupo de amigos... Luego de las primeras charlas el vértigo de ver teatro en todas partes. Giro conceptual: la ciudad se vuelve un ready made. Ahora bien ¿señalar lo teatral fuera del teatro sería un gesto semejante al Vivo dito de Alberto Greco? Digamos que no, que no es eso exactamente lo que propone el proyecto archivos. Para los que no saben de qué va el proyecto, repasemos: se trata, explicado con cierta brutalidad, de desarrollar una performance teatral a partir de determinadas personas que hacen de sí mismas en escena recreando situaciones de su propia vida. ¿Replican su vida en escena? ¿una parte? ¿cómo? En la última entrada de noviembre hay una serie de links con información variada sobre el proyecto. Trataremos de afinar más adelante, por ahora quedémonos con esto: hay una materia dada (una persona, su relato biográfico, su carga gestual) de la que el director se vale para construir una obra. Las personas con las que se trabaja no son actores, por lo que no es posible pedirles determinadas cosas, antes bien se trata de estar muy atentos a lo que tienen para ofrecer, y disponer de eso. Atentos sobre todo a los relatos que se reiteran: un pescador sube todos los días doscientos escalones en la isla de Ponza para ver a su amada; una costurera tiene que dejar dos meses de trabajar en la fábrica de bolsas para que se le hagan de nuevo las huellas digitales, borradas en el roce con la arpillera; un buzo ve pasar sobre su cabeza la sombra de un lobo de mar y siente que el animal le perdona ser una presencia ajena en su territorio; un gorrión se para en la cabeza de un ferroviario, en el andén, a las tres de la tarde… Y cada relato revive en quien lo cuenta una serie de gestos, de modo que ahí está, subiendo las escaleras, mirando sus manos como esperando que sanen, el cuerpo que se dobla para que pase la bestia, el relato que concluye en un silencio abrupto, para que ningún sonido espante al gorrión.

Sin embargo, decíamos, no es sólo señalar, sino que hay un trabajo con ese material. Ese trabajo del director sería semejante al del bricoleur, o al del dj.

Pedro Caballero muestra cómo descarriló una locomotora en el '64. Lo observan Mario Mendiondo y Pietro Morelli

En el caso de Archivo White, en el primer encuentro Vivi planteó la importancia de conocer el lugar, de que cada director se conectara personalmente con algún aspecto o alguna actividad del pueblo, y que desde ahí se iniciara el trabajo. De ese modo, Jorge decidió trabajar con el mundo de los pescadores artesanales, Miguel con el de los ferroviarios (su papá es ferroviario) y Raúl con el de los bomberos voluntarios (su papá fundó varios cuarteles de bomberos en la zona de Bahía). Alexis trabajaría con el personal administrativo del Teatro de Ingeniero White y Natalia y Rodrigo con bailarinas de los numerosos cabarets whitenses.

Aunque después de algunas investigaciones, sondeos y encuentros los planes, en algunos casos, fueron cambiando...

1 comentario:

Anónimo dijo...

En Ñ publicaron una nota sobre el teatro sin actores, medio forra. Lo de ustedes me parece muy interesante. Me gustaría ver la obra pero no soy de Bahía Blanca. Que tengan suerte.