PISTAS TRANSITABLES
¿Cómo es posible impedir que los mitos cristalicen, se alienen de la comunidad que los quiere utilizar para contar su lucha por la transformación del mundo volviéndose contra la propia comunidad?
Nuestra respuesta – que no puede sino ser una respuesta parcial (...) – es la siguiente: contando historias. Hace falta no parar de contar historias del pasado, del presente o del futuro, que mantengan en movimiento a la comunidad, que le devuelvan continuamente el sentido de la propia existencia y de la propia lucha. Historias que no sean nunca las mismas, que representen goznes de un camino articulado a través del espacio y el tiempo, que se conviertan en pistas transitables. Lo que nos sirve es una mitología abierta, en la que el héroe epónimo es la infinita multitud de seres vivos que ha luchado y lucha por cambiar el estado de cosas. Elegir las historias justas quiere decir orientarse según la brújula del presente.
Este párrafo está citado en un libro reciente e imperdible de Reinaldo Laddaga, Estética de la emergencia (Adriana Hidalgo editora, Buenos Aires, 2006).
Un remolcador ingresa un buque de carga al puerto de Ingeniero White, toma desde la torre del castillo
Sigue Laddaga, un poco más abajo, en la página 217:
Se trata de contar historias que puedan mantener a la comunidad en movimiento y que no acaben de desprenderse de ella. Que funcionen como “pistas transitables”: como instrumentos en la configuración de trayectorias. El propósito es ambicioso. ¿Y de qué modo se puede realizar? Las respuestas prácticas que Wu Ming propone son variables. Pero todas ellas pasan por la intención de “valorizar la cooperación social tanto en la forma de la producción como en su propia substancia”, de modo que “el poder del colectivo sea al mismo tiempo contenido y expresión de la narrativa”.
Algunas máquinas de contar la historia, de la muestra Una historia de cartón pintado, en Ferrowhite
Pienso en Archivo White y en lo difícil que resultó, en principio, el trabajo en un grupo heterogéneo, en la defensa cerrada que cada uno hacía de su saber (“si vamos a hablar de teatro deberíamos juntarnos sólo los directores”, “esto es un museo y nos interesa tal aspecto y tal otro no”) y en la necesidad de un intercambio interdisciplinario. En la medida en que ese intercambio comenzó a darse, superando en parte recelos iniciales, en parte el desinterés por lo que escapara a las propias disciplinas en juego, el proyecto cobró alguna densidad. Cuando se produjo el encuentro con quienes iban a estar en escena (hasta ese momento ferroviarios, pescadores, buzos, etc, que luego fueron personas con nombre propio) el colectivo ganó entidad.
Atendiendo a la consigna de Vivi de trabajar con lo que las personas traen consigo, y con una dinámica de diálogo (puede darse que algún relato que al director le resulte interesante, el protagonista no quiera contarlo) los distintos cuadros fueron, y aún van, tomando forma.
Jorge en el taller de Juan Califano, pescador y tejedor de redes
Y este es el concepto que quisiera subrayar: la forma que adopta el evento es producto de una negociación entre lo que los vecinos ofrecen en sus relatos y actuaciones y lo que el grupo a su vez observa, propone, recorta. Teniendo esto presente, en la próxima entrada les cuento de qué va Nadie se despide en White, el evento que preparamos para el sábado 16 de diciembre, a las 20 hs.
Si quieren leer algo más sobre Wu Ming, pueden hacerlo en
http://www.wumingfoundation.com/italiano/spanish_directo.htm
y sobre Laddaga en
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/2-3607-2006-08-29.html
http://weblog.educ.ar/educacion-tics/cuerpoentrevista.php?idEntrev=150
2 comentarios:
Puf! Bueno, lo leí todo, nada más quería que lo sepan ya que escribieron esto que está tan bueno. Está re bueno lo de Ladagga, sólo que sin contar con esa información puede ser super diferente la recepción de una "obra" de este tipo, en un momento en que circulan muchas historias porque a mucha gente le ponen una cámara adelante y cuenta, es algo que se hace, no? Lo digo como inquietud, aunque claro, nunca se puede "controlar" del todo la recepción, hay que lidiar con eso.
Bueno, la idea del blog es abrir un lugar de diálogo y reflexión que se haga cargo de estos problemas. No de controlar la recepción, sino más bien debatir lecturas posibles del proceso y del evento. Es cierto que hoy hay cámaras por todos lados registrando historias, pero hay dos cosas: una, cuando Wu Ming habla de historias que aporten a una transformación del mundo están pensando en historias que funcionan en la comunidad de la que parten, y en Bahía no hay tanta gente contando historias. Es decir, en un punto importante, la propuesta es local (aunque en otro plano pueda, y creo yo deba, abrirse y exceder lo local). Y el otro punto es que en esta propuesta no hay cámara, es en vivo, y creo que es una diferencia importante. Da para charlarlo.
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