lunes, 18 de diciembre de 2006

EL BAR DE PEDRO (texto de Ana)

No fue esta la primera vez que Pedro Marto actuó en público, no solamente porque a los trece años lo hizo en un breve papel en la película “Sin familia” bajo la dirección de Armando Bo, cuando vivía con su madre en Bariloche: infinidad de veces cantó en el Cabaret de los Machos acá en White, ganó alguna vez una apuesta bailando tango sobre una mesa de bar, y fue uno de los Reyes Magos en Navidad no hace mucho tiempo.

Tampoco fue esta la primera vez que tuvo contacto con el “detrás de la escena”: durante un año y medio formó parte de la trouppe de un circo que llegó, con sus camiones, carpas, animales, y malabaristas hasta Río Gallegos; y en los años ochenta, ayudó varias veces a su difunta señora Margarita a coser trajes y vestidos para los vestuarios del Teatro Municipal de Bahía Blanca.

Pedro Barman (foto de Cristian Peralta)

Pedro se puso de nuevo, después de mucho tiempo, el traje de mozo, la faja con sus bolsillitos, el cuello palomita y el moño; y repitió esos gestos y esa postura que tan cuidadosamente tuvo que aprender cuando empezó a trabajar en el restaurant del hotel Llao Llao en Bariloche y que, ni los años de estibador en el puerto o de camionero, pudieron borrar del todo.

Vestido así, vuelve a coser vestidos, y a descoser bolsas de arpillera en la estiba; de nuevo desliza delicadamente la bandeja de plata con platos recién servidos entre los distinguidos comensales del Llao Llao, o carga sobre su hombro una tras otra cientos de bolsas con ochenta kilos de trigo adentro por día; aunque sea una vez más dibuja junto al cura pintor al que acompañaba a pintar paisajes, cuando estaba como pupilo en el colegio de los salesianos, o repite las mordaces caricaturas con las que ilustró muchas veces los volantes que semanalmente publicaba la sociedad de fomento de villa Sapito; otra vez sirve un vaso de wisky lleno de té para las alternadoras del cabaret donde trabajó algún tiempo en Bariloche, y se acerca a Lucía, su esposa, para invitarla, como aquella vez en la fiesta de los Residentes Pampeanos, a bailar un tango.

Pedro Barman

Y al terminar, seguramente habrá ido a tomarse una cerveza con alguno de sus vecinos del barrio Saladero, donde fue presidente de la Sociedad de Fomento hasta hace dos años, tal vez se haya encontrado con alguno de sus compañeros de lista de la época en que se dedicó a la política. Festejó con nosotros, de nuevo, el hecho de haber recibido el miércoles pasado, su certificado de capacitación en “Trabajos en Fibra de vidrio”.

Todavía tiene, Pedro, mucho trabajo que hacer.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me acordé del evento en bellavista, donde nico vicente llevó a sus abuelas a hablar de sus vidas en europa cuando eran chicas.
muy lindo eso muy lindo el documental en vivo tambien. pedro un grande, fue lindo escucharlo hablar y cantar
gracias

Anónimo dijo...

el de aca arriba fui yo, pedro, no me deja firmar ni como "bloguer" ni como "otros"
http://www.fotolog.com/patodepiedra

Anónimo dijo...

no se qué pasa. pero gracias... totales.
voy a consultar con alguien que sepa, yo tampoco puedo entrar como blogger, y administro el blog...

marcelo