miércoles, 22 de noviembre de 2006

INGENIERO WHITE: UN PAISAJE DE POSGUERRA

Atilio Miglianelli fue buzo de la usina General San Martín, una réplica de castillo medieval ubicada en el borde mismo de la ría de Bahía Blanca, entre silos y muelles, en el puerto de Ingeniero White. El castillo se construyó en 1932 y fue desguazado en el 89, vendiéndose como chatarra sus turbinas, llaves, cañerías. Atilio se para frente al castillo en ruinas y dice “acá es como si hubiera caído una bomba”. Acá es el edificio de la usina, pero más genéricamente acá es Ingeniero White.


Atilio Miglianelli, fotografía de Raúl Lázaro


A fines del siglo XIX la compañía inglesa de ferrocarriles Great Southern Railway estableció una playa ferroviaria y un muelle para la exportación de granos y otros productos del campo. Conocido en un principio como Nueva Liverpool, o Puerto de la Esperanza, Ingeniero White se desarrolló desde entonces como un espacio cosmopolita: en torno a sus muelles, elevadores, usinas y grandes talleres, italianos, españoles, alemanes, griegos y croatas levantaron barrios, instalaron pensiones y bares, clubes y parroquias.
Elevadores de chapa, principio de siglo XX, Ingeniero White



En las últimas dos décadas el puerto sufrió un proceso de cambio acelerado a partir de la privatización de los ferrocarriles y de la instalación en sus costas de empresas cerealeras y petroquímicas de origen trasnacional. Esta transformación macroeconómica produjo a su vez una transformación en las condiciones de trabajo y vida de sus habitantes: alza del desempleo, precarización laboral, cierre de comercios, talleres y pequeñas industrias.



Lancha pesquera e industria petroquímica


El paisaje que Atilio imagina de posguerra es el paisaje del capitalismo global en su adaptación local. No fue una bomba lo que cayó en este puerto y en este pueblo, o en todo caso fue, como dice Virilio, una bomba económica.

Atilio también dice: "Yo antes abría la ventana y veía el mar, ahora me asomo y veo cañerías". Uno de los efectos de estas transformaciones, no el menor, es la disminución de la visibilidad ¿quién es el dueño de estas empresas? ¿dónde está?

1 comentario:

Marina Yuszczuk dijo...

Hace unos días salió un artículo en La Nueva Provincia que contaba acerca de una investigación, a cargo de personas del Centro Económico, que reveló los beneficios (estadísticos) que las empresas del polo reportan a la ciudad:

http://www.lanueva.com.ar/06/11/30/6bu024.sht

Nos quedamos entonces más tranquilos.